El látex natural es un producto de origen completamente natura, extraído del árbol Hevea Brasiliensis. Esta planta crece de manera abundante en los bosques del Sur-Este de Asia y representa una fuente de recursos para las poblaciones locales.
Para obtener el látex natural se realiza un corte leve y completamente inofensivo sobre la corteza del árbol, de la misma manera en la que se produce el jarabe de arce, con el fin de extraer lo que se conoce también como «caucho”. El látex natural se recoge en envases de pequeña capacidad que se colocan junto al tronco.
Para la producción de un colchón de 160x200cm, se debe realizar la extracción de alrededor 2000 árboles durante un día entero, lo que abarca una superficie de aproximadamente 4 hectáreas. Estas 4 hectáreas de bosque contribuyen a la absorción de 140 toneladas de dióxido de carbono del aire. Además, los árboles garantizan un hábitat idóneo para la fauna del área y contribuye a la conservación del agua y el suelo del territorio.
El cultivo de la hevea y su uso constituye una barrera contra el acaparamiento de tierras, contribuyendo al mismo tiempo a la economía de la zona.
En el transcurso de la noche eliminamos toxinas a través de nuestros poros y regulamos la temperatura corporal gracias a la transpiración. Para poder tener un sueño reparador nuestra cama debe mantenerse seca. Es por ello que utilizamos materiales porosos como el algodón para maximizar la transpirabilidad del colchón y para evitar que la humedad se acumule.
La combinación del látex natural y del algodón biológico permiten obtener una transpirabilidad sin igual, sobretodo si la comparamos a los materiales sintéticos como el poliuretano, compuesto que encontramos en otros colchones, que al no ser porosos acumulan el calor y la humedad.
La haya es una de las maderas más resistentes en la naturaleza.
Esta madera es utilizada para la creación de muebles que gracias a las cualidades de la madera son duraderos y resistentes. Es por esto que hemos decidido trabajar exclusivamente con madera proveniente de bosques que cumplen las normas PEFC (Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal), que se encuentran cerca de nuestra ubicación de producción en Normandía.
Kipli busca reducir la emisión de CO2 al utilizar madera proveniente de la misma zona de producción, evitando así el transporte o importación innecesaria. Kipli opta así por una cadena de producción 100% francesa para la creación de sus muebles.
La madera maciza no requiere de encolado, por lo que se respeta el estado natural de la madera ofreciendo así el olor y las características puras de la haya al interior de tu hogar.
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