Otros criterios a tener en cuenta a la hora de comprar un colchón
A - Densidad
Como se ha explicado anteriormente,
la densidad de un colchón es importante porque es el indicador para medir su firmeza. Esta debe ser la misma para un niño que para un adulto, para una persona pequeña que para una más fuerte. Es la escala que rige el nivel de densidad del colchón, que va del más suave al más firme. Hay que tener cuidado al escoger el material de tu colchón, ya que los valores de la densidad pueden variar. Por lo que una densidad más alta no siempre asegura una mayor firmeza.
Por ejemplo, una espuma de poliuretano de 30 kg/m3 puede ser más firme que un látex natural de 70 kg/m3. La espuma de poliuretano es, por definición, una
espuma firme porque las células que la componen hacen que la espuma sea menos aireada. Es así como un colchón de espuma de poliuretano puede considerarse firme al contar con una densidad de sólo 50 kg/m3. Para este tipo de espuma, la densidad es una medida de la vida útil del colchón. En efecto, cuanto más denso sea un colchón de espuma de poliuretano, menos rápidamente se hundirá. Como puede ver, al hablar de densidad es importante tener en cuenta la
composición del colchón.
A continuación explicaremos cómo elegir
la mejor densidad para un colchón de látex. Para los que prefieren un nivel de apoyo elevado, se recomienda un colchón de alta densidad. Ten en cuenta que el colchón de látex natural puede tener una densidad de hasta 90-95 kg/m3. Una densidad de 65kg/m3 aportará una firmeza suave, 75kg/m3 una firmeza intermedia, 85kg/m3 o más aportarán más firmeza.
Para garantizar un buen soporte, también
debes elegir la densidad de tu colchón en función de tu peso. Si duermes con tu pareja, también debes tener en cuenta su peso. Aquí tienes más información sobre cómo elegir un colchón en función del peso de tu pareja.