La importancia de las fases del sueño en la memoria
Estas dos fases, NREM y REM, juegan así un papel fundamental en la consolidación de nuestra memoria. Es a través de estos pasos cíclicos que podemos desarrollar y consolidar nuestra memoria a largo plazo.
¿Cómo consolidamos la memoria mientras dormimos?
Cuando dormimos pasamos por varios procesos de consolidación. Se podría decir que nuestro cerebro empieza a revisar nuestro día, como si fuera un libro, y consolidamos tanto nuestra memoria explícita como nuestra memoria implícita. La memoria explícita se refiere al almacén consciente de informaciones, eventos, situaciones y experiencias específicas. Esta primera se divide en dos, la memoria episódica, vinculada a los hechos y episodios de nuestra vida, y la memoria semántica, formada por toda la memoria explícita que no está directamente vinculada a nuestra biografía o nuestras experiencias. Podemos decir que esta también incluye la información retenida o aprendida fuera de nuestra propia experiencia física, a través de la lectura, un curso, etc.
La segunda, la memoria implícita, está relacionada con un proceso de memoria inconsciente, directamente relacionada con nuestra cognitividad y nuestras habilidades motoras. Nos permite actuar y realizar nuestras tareas diarias sin necesidad de pensar en ello, por lo que nos referimos a “habilidades”, como escribir, hablar, andar en bicicleta, cepillarnos los dientes, caminar.
La privación del sueño REM tiene un impacto muy fuerte en el estado de ánimo, pero cuando se trata de la privación total de nuestros ciclos de sueño encontramos problemas cognitivos, podemos tener problemas de expresión, podemos sentir que olvidamos palabras, incluso podemos interrumpir la consolidación y retención de la información aprendida durante el día.
Se reconoce en varios estudios que la falta de un buen sueño interfiere con la mejoría de condiciones si se padece depresión o ansiedad. Las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático o depresión mejoran sus síntomas cuando mejoran sus ciclos de sueño. La consolidación de la memoria de hechos y experiencias recientes permitirá un cambio positivo de nuestra percepción del mundo, tanto a corto como a largo plazo.
El sueño reparador posibilita hoy la estabilidad emocional y la resistencia de nuestras capacidades cognitivas y motoras, gracias a estos procesos de consolidación de nuestra memoria a largo plazo.
Esto conduce a una vida mejor, una mejor salud física y psicológica.
Entonces, ¿qué se debe tener en cuenta para dormir bien?