Dicen "A barriga llena, corazón contento", pero no antes de dormir...
Si estás acostumbrado a comer un poco tarde por la noche, es hora de adoptar nuevos hábitos. Es cierto que es importante no acostarse con hambre, la cena es tan importante como el resto de las comidas del día, sin embargo, la hora en la que comes puede alterar la calidad de tu sueño.
Más allá de los mitos e hipótesis sobre el peso y la comida en la noche, lo que importa más es cómo tu proceso digestivo puede afectar tu sueño. En la noche el cuerpo reduce sus funciones, la temperatura del cuerpo disminuye.
Lo primero que se debe tener en cuenta es el tipo de alimentos que comes por la noche, cuidar que sean alimentos ricos en vitaminas, las verduras, carnes blancas o pescado suelen facilitar la digestion. Al contrario de lo que se cree usualmente no se trata de dejar de comer carbohidratos por la noche. Sino de que sean carbohidratos sanos. Evitar la comida frita, con mucho aceite o carnes rojas a la hora de la cena tendrá un impacto muy positivo. No solo estarás evitando que los jugos gástricos te causen acidez, ya que nuestra posición, acostados, puede hacer que se produzca reflujo o acidez con más facilidad con este tipo de alimentos. Pero también estarás permitiendo que la digestión sea más liviana, permitiéndole al cuerpo que respete los procesos naturales de los ciclos del sueño.