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Green Friday: hacia un consumo responsable

El Green Friday existe desde 2019 e identifica a las marcas que no participan en el Black Friday por motivos medioambientales.

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Green Friday: hacia un consumo responsable

Desde hace un tiempo, en estas fechas del año se “celebra” el evento comercial del año en honor al “Black Friday”. Se trata de un evento en el que se encuentran atractivos descuentos realizados por la mayoría de marcas, tiendas y grandes superficies. Un concepto que aparentemente está diseñado para los consumidores y para que las empresas aumenten sus ventas de forma notable durante toda la jornada, pero este acto no queda libre de consecuencias negativas. Ahora que la COP26 ha finalizado, la situación medioambiental todavía es alarmante. Los comportamientos y hábitos de cada uno deben orientarse en la buena dirección. Es por ello que cada año más empresas se unen a la lucha contra el Black Friday por sus carencias éticas. Es el caso de Kipli, quienes proponemos un precio justo en nuestros artículos y participamos en el Green Friday desde que comenzó el movimiento.

¿Qué es y de dónde viene el Black Friday?

El Black Friday es una tradición americana desde los años 30, aunque la denominación Black Friday se utilizó por primera vez en los años 50. Está orientado al último viernes del mes de noviembre, adelantándose a las celebraciones de Acción de Gracias (Thanksgiving) y a las primeras compras de Navidad. Es en este momento en que las empresas ofrecen importantes descuentos durante toda la jornada. Estos descuentos llegan a ser mucho mayores que aquellos que encontramos en periodos de rebajas tradicionales en España. 

Es también en estos días en que se ven los videos del delirio consumista que estas ofertas provocan en muchos clientes. En especial aquellos videos donde gente hace cola por horas en frente de la tienda y tan solo 10 segundos tras la apertura han arrasado con la tienda. El objetivo es claro: cazar todas las ofertas posibles en tiempo record.
En España, reconocíamos dos periodos de rebajas: verano e invierno, pero después de un tiempo aquí, hemos adaptado la fiebre americana en nuestras tiendas. Sobre todo, este evento ha sido promocionado gracias a la expansión de las ventas online y del internacionalización de los mercados. 

Actualmente, el Black Friday no se limita únicamente a un solo día. En primer lugar, el lunes posterior permite igualmente beneficiarse de estos descuentos gigantes. Se conoce como el Cyber Monday. En caso de no haber aprovechado el Black Friday. Incluso se ha visto cómo algunas marcas no se limitan a estas jornadas, sino que ofrecen descuentos durante toda la semana o incluso el mes de noviembre entero. Es por ello que algunos se atreven ya a denominarlo como el “Black November”. 
Operaciones comerciales atractivas pero que incentivan el sobreconsumo y la fiebre por las compras. Para luchar contra esto, cada vez más marcas se posicionan abiertamente contra el Black Friday. Es lo que se conoce como el Green Friday , del que nosotros formamos parte.

¿Por qué hacer el Green Friday?

Numerosas marcas ya ofrecen descuentos regularmente. La existencia de outlets, descuentos, además de los apartados “promociones” que se encuentran durante todo el año, sobre todo en las tiendas de ropa. Lanzar descuentos es animar a la compra compulsiva y por tanto inútiles. Estaremos tentados de comprar un teléfono más nuevo a pesar de que el que tenemos está en perfectas condiciones. Comprar aparatos o electrodomésticos aunque no vayan a ser nunca utilizados. Todo ello incrementa inmensamente los desechos, además de incrementar los envíos, debido a las compras online, que crean picos de contaminación. 
El Green Friday existe desde el 2019 y cuenta con las marcas que no realizan el Black Friday por razones medioambientales y éticas. El objetivo está en volver a un consumo razonable y puramente útil. Revisar el funcionamiento del comercio es primordial para el futuro. Luchar contra la obsolescencia programada, aquella que preestablece el fin de la vida útil de los artículos de forma deliberada. 

El Green Friday existe desde el 2019 y cuenta con las marcas que no realizan el Black Friday por razones medioambientales y éticas. El objetivo está en volver a un consumo razonable y puramente útil. Revisar el funcionamiento del comercio es primordial para el futuro. Luchar contra la obsolescencia programada, aquella que preestablece el fin de la vida útil de los artículos de forma deliberada. 

Contentarse al máximo con lo esencial, con lo que es útil, y comprar calidad para garantizar la durabilidad. Por supuesto, podemos darnos un capricho, pero el reto es limitar el consumo excesivo. Es un gesto por el planeta, pero también por una sociedad más próspera. ¿Quién se alegra de que la gente se pelee por conseguir el último tarro de Nutella a bajo precio? También se podría aprender a hacer la propia crema de untar con ingredientes naturales.

En KIPLI, hemos tenido esta visión desde el principio, y nos negamos a ofrecer descuentos, por lo que el precio original a menudo se ha incrementado para dar la ilusión de hacer el "trato del siglo". Ofrecemos nuestros productos a un precio justo. La transparencia es nuestra filosofía. Cada uno de los agentes que participan en la producción y venta de un producto recibe un pago justo. Queremos ser un agente activo en esta nueva sociedad de consumo racional que está surgiendo, y que es esencial para preservar nuestro medio ambiente.